Espacios Tomados

La aparente inexistencia de una plataforma de trabajo (o línea de acción) que argumente a favor de la continuidad en la ocupación de los diversos espacios “liberados” [tomados] de nuestra H. FCPyS, que se mantienen aislados bajo llave, por parte de ciertas minorías organizadas, cuyos fines se redundan una dispersión de objetivos sin alcanzar jamás la concreción de un acto en conjunto que ponga de manifiesto su participación formal en la búsqueda de alguna mejora académica o institucional. O bien la ineficacia de perpetuar un sistema educativo en el que los alumnos, en la supuesta intención de expresar nuestros puntos de vista, obstaculicemos el devenir de la academia impidiendo que se utilicen (los ya pocos y reducidos) espacios disponibles; nos ha llevado a la presentación de los siguientes rubros:

• Difusión del problema.

Consiste en la publicación de cifras conocidas-desconocidas acerca del usufructo de los espacios tomados. Cuántos salones-cubículos se encuentran ocupados por una minoría organizada, Quiénes componen dicha minoría, Qué línea argumentativa, o en específico, cuáles son los argumentos que justifican, en una relación costo beneficio −académica e institucionalmente hablando−, la prevalencia de dicho estado de las cosas. La existencia de algún acuerdo con las autoridades involucradas, respecto a la posesión-usufructo de los espacios tomados, la naturaleza de dichos contratos y la vigencia de los mismos.

• Referéndum.

Consultar a la población académica de la FCPyS (alumnos y profesores, entiéndase, pues son los únicos legítima y legalmente afectados por la situación), para conocer las perspectivas y posiciones respecto del problema (de la mayoría y de todas las minorías). Brindar así la oportunidad de participación y crear las condiciones necesarias para una acción determinada por la posición de la mayoría. Pues en eso consiste la democratización de la Universidad.

• Acción.

Una vez conformado un plan de acción mediante la exposición de los diferentes intereses involucrados y luego de haber sido consultada la opinión de la mayoría; se plantearán alternativas para poder continuar ejerciendo la Universidad de acuerdo con lo especificado en el Artículo 3° Constitucional. Siempre pensando en buscar vías para fomentar la participación, libre expresión, pero claros en la perspectiva de lo jurídico institucional, pues no es posible jactarse de ser universitario si no se observa, en primer lugar, el marco institucional de la Universidad.